viernes, 11 de diciembre de 2009

Renace y crece el holocausto

Renace y crece el holocausto

1
En la última reunión de marranos agrupados
en el Consejo de Seguridad de las Porquerizas Unidas
se acordó poner fin a las guerras por los territorios que asolan el planeta.
El País de las Sinagogas antepuso una moción a tan noble iniciativa,
reclamó como propia la tierra palestina
y propio el derecho a hacerles la guerra
exterminio masivo del Pueblo de los Desiertos.
El cónsul sionista afloja el nudo de su corbata
frunce el ceño
sube los puños de la camisa para vomitar fluidamente su discurso:
“seguiremos con la política pacífica de colonos judíos
escudándonos en el holocausto fascista y el antisemitismo,
Yahvé está de nuestro lado, siempre lo ha estado,
si nos provocan los musulmanes les colgaremos de las bolas
violaremos sus mujeres con frías ametralladoras
desmembraremos sus niños
sus sueños de soberanía serán sepultados bajo un avispero de bombas,
vamos a apretar aún más la horca del embargo
agonizará largamente el pueblo de Alá
a punta de hambre y balazos
arrasaremos con escuelas y mezquitas,
instituciones malditas que patrocinan la Jihad
los norteamericanos prestarán sus tanques y la megafauna de acero
(- en esa parte del discurso los gringos aparentan que la cosa no es con ellos -).
¡No sólo exterminaremos a los palestinos!
si algún pacifista interviene le arrancaremos la cabeza
para exhibirla en el Muro de los Lamentos
botaremos las casas y anularemos su esperanza
los moros sufrirán lo necesario bajo la estrella de David
finalmente reuniremos las doce tribus en la tierra prometida
e incineraremos los restos para que no quede ni el cuento…”

2  

Para ese momento los representantes palestinos
abandonan la sala
sintiendo como a sus hijos les extraen los ojos con alfileres
las hienas danzan cobijadas con la piel tibia de un anfibio
tibia muerte de lagartos
los macarras celebran el ocaso del pueblo de arena
invocando murallas de vergüenza

en la Franja de Gaza renace
y crece el holocausto
florece tibia muerte de lagartos.
 

Para ese momento los representantes palestinos
abandonan la sala
buscan el limousine del cónsul del infierno
reforestarán el auto con amapolas de ce - cuatro
será su gesto humilde de la ardiente resistencia
ardiente muerte de marranos.


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