jueves, 28 de octubre de 2010

Llueve



Llueve,
esa entidad metafísica
ese acuoso modo de vida
esa actitud ante la existencia del trópico
ese mirar obstinado de ventanas líquidas
ese huracanar de presas a las cinco 
ese contemplar el alma enmohecida
ese rumiar de nubes sobre el zinc
ese ulular sagrado de vida
ese salpicar de tristeza en la vereda
ese acurrucar con cartones la infancia
ese parangón de paraguas, de gotas, de lágrimas
esa marea ingrata de sombrillas
ese atropellarse de peatones en fuga
ese tumulto de pezones templados
esa su evasión de charcos
ese vapor infernal que sube del suelo
ese naufragar incierto de monzones
ese inundarse de incertidumbre.



viernes, 22 de octubre de 2010

Blasfemias

I
Sentado junto a la pista
las hormigas alagargan el sueño
en las latas de sardina, 
fabricadas en brasil o en china
¡que ya no quedan latitudes no esclavistas!
que nunca las hubo,
noches con luciérnagas
y sin embargo es una mañana de luciérnagas
que se posan en mis párpados 
con sus patas de letargo
y preñan de risa
una res bajo la lengua.

Ocho de la mañana,
más hormigas se acorralan
en su mezquindad de sardina
¡una lumpenburguesa para llevar! 
pues son las ocho y hay risa de cherepo
adicto al zancudo,
algo queda de felicidad,
algo hubo.

II
¿Acaso no amé suficiente la mañana,
el despuntar espiritual del aura, 
el amanecer del mundo,
el retorno de las almas,
acaso no besé suficiente el recuerdo de mis dos amadas,
no presté atención a la risa del cherepo
no gocé de todo el dolor y el vicio,
de las patas aletargantes de la luciérnaga,
del color hongomarihuana
de la música candyflipeada?

III
La vida es dura...
dormirse con esas palabras en la boca
en la punta de la lengua que otrora 
lamió exóticos placeres
ya no está hiel amarguísima
de necesidades y carencias
de angustias marinas,
dormirse con la vida como pesadilla,
sin blasfemar, porque el jumento no habla 
no siente
no opina...

Más dura será así la vida de quien tiene conciencia
– animal con cultura –
de la injusticia que le castiga.