jueves, 17 de diciembre de 2009

¿Identidad nacional?

Las peores pestes (el fascismo, el nacionalismo estúpido, la homofobia) no son propios de un único país, parece ser que tal plaga ha existido y existirá siempre, aquí y en Francia, en US y España. Recuerdo a Fernando Vidal discutiendo con una maestra que le entretenía por aquel entonces, acerca del valor de la ciencia y el avance hacia "el progreso"* de "la humanidad", felicidad laica para todos, y entonces Vidal respondía de forma lobuna, aberrante e irónica, que acaso por ser Alemania el país de la cultura, con su Goethe y su Nietzsche, con su Lutero y su Mozart, aquello les impidió asesinar a 12 millones de judíos, según estimaciones conservadoras, por el puro placer de experimentar el exterminio del otro. A los franceses, su Revolución, Foucault, Bordieu, Descartes, Rosseau, Marat, Sartre, Sade, Chagall, Bachelard, no les impide ser retrógrados, olvidando que a ellos se les atribuye aquella comprometedora e ingeuna afirmación de que "todos somos iguales". Bien sabido es que esto no es cierto: al pobre que roba se le llama ladrón, y al rico que roba se le llama cleptómano, al pobre que roba se le encierra, al rico que roba (o sea, a los ricos en general) se les da un cargo público.
Identidad nacional no es más que una fantasía tomada por real, una quijotada, un lavado cerebral más. 


* No se crea que el progreso es una ideología liberal únicamente. En el marxismo también se encuentran tesis que plantean un avance hacia estadios superiores de la sociedad, en el fluir dialéctico de la historia. También hay cierta fe en la ciencia, sin embargo, en el marxismo la ciencia se entiende de una forma completamente distinta y creo solo en el estalinismo se le asoció como una herramienta indispensable del progreso, pero aquello ya no era "marxismo".
Para una discusión interesante sobre la concepción de "ciencia" entre un positivista (K. Popper) y un (neo)marxista (Adorno) ver: T. W. Adorno et al., La disputa del positivismo en la sociología alemana. Grijalbo, Barcelona, 1973.

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