sábado, 31 de julio de 2010

Afga no están (o la miopía del Weltanschauung)

Créditos fotografía: uruknet.com



Afga no están
siempre serán los mismos
afganizando en ciénagas de limo y hueso,
siempre una nueva guerra
secará las cañerías vitales
de tus hijos, Afganistán,
tratándose de la muerte
de un infante que llovió en pedazos
sobre tus techos bañados de luna y nieve
no hay razón
no hay razón que valga
y justifique sus zapatos yertos bajo la lente de la cnn,
será un shahid...
¿quién no lo es en tus malditas tierras
irrigadas de plomo de tantas y variadas procedencias?

no hay razón ni bálsamo para tal raudal de muerte,
siempre una nueva guerra
como decir una nueva aurora
amanece tras tus montañas
para caer en ráfagas sobre el cuerpo de las hamshiras
siempre un paso atrás del falo de Afganistán,
arrastrando el grillete de tu machismo
el juego obsceno de las gallinas ciegas,
de tu miope Weltanschauung,
no hay matanza que dios no mande
ni injusticia que le disguste,
tus niños, los santos mártires
engrosando el listado de cadáveres,
tus viejas gallinas ciegas
asomándose al mundo por la hendija de su vagina.

3 aforismos (+3)

I
Lo único que me produce más asco que la caballerosidad es la caballerosidad interesada, orientada a fines…

II
La inteligencia en mi época sólo es considerada útil cuando sirve para mejorar las formas de ejercer violencia.

III
¿Quién se puede alegrar de que dios haya muerto? ¿No os dais cuenta, que al igual que los poetas, ese cadáver habla estando tieso y con veinte clavos sellando su féretro?

IV
El arte es la expansión continua de la capacidad imaginativa.

V
!Tanto hijueputa en la calle
y tanto rayo que se desperdicia!
(Del saber popular)

VI
La costumbre es la madre de toda ambivalencia.

miércoles, 28 de julio de 2010

Aforismos políticos

1. 
Es incomprensible que un individuo que haya estudiado profundamente la sociedad actual no sea comunista. 

2. 
Es incomprensible que un individuo que haya estudiado profundamente el comunismo, no sea anarquista. 

domingo, 25 de julio de 2010

sábado, 24 de julio de 2010

Tear & gear



Ahí mismo donde escribo, leo, fumo, estoy muriendo; no recuerdo si fue hegel, o marx, camus o sartre quien lo dijo, si fueron los filósofos del eterno retorno a lo mismo, o un pordiosero adormilado bajo la banca de un parque urbano a quien el hambre impulsó a formular la irrevocable sentencia; acaso importa la autoría de esa verdad que nos equipara en el inexorable destino de encaminarnos minuto a minuto, todos al unísono, por la senda de la extinción, de forma lenta o acelerada, en pausadas bocanadas de humo de marihuana o de crack, en apacibles mares de alcohol, las noches eternas de insomnio bebiendo la sopa de techo, los días agónicos sin sonrisas (pues parece ser que la melancolía te acerca más al sobre del correo supraterreno); o a grandes zancadas, cuando la muerte se acerca con pasos de metralla, en un obús de napalm o un tomahawk, una lluvia de meteoros atómicos, un gas que pudra por dentro los templos santos de los miserables arrasados por la inacabable guerra, un cáncer que te come de adentro hacia afuera, una ridícula semilla de almendro; la muerte llegará, no matter what, y en cada cama, en cada closet, estará escondida la puta del vestido verde (como le llama calac), o el puto, como mejor convenga, en cuyo caso será algo parecido a un gnomo irlandés, que lo afirme quien lo sepa, ese creer que siempre habrá algo mejor esperando a la vuelta de la muerte. Será un error vivir con esa esperanza, para algunos una redención, una verdad a medias, tibia, que es lo mismo que una media mentira, certeza absoluta o relativa, eso no me importa. Entretanto, yo estaré atrincherado detrás de una copa de buen tinto, sin ninguna puta de vestido verde en el armario, viendo como unos llegan más pronto al final del camino sin que nada se pueda hacer para evitarlo mas que escribir torpezas para romper con la rutina de los domingos, algunas palabras para un entierro, que nunca hay un muerto malo ni bebés feos. Lo decía un graffiti en una calle anónima de san pedro y era como una condena abominable de esas extraídas del antiguo testamento: la fe es una confianza muerta.