Artistas: Misha & Luitico. Foto: MR, Agosto 2011. Locación: San Pedro
Yo le quería regalar aquella ventana para que divise queda la muerte del astro mayor cada tarde, su luz agonizante sobre los potreros y la deidad rumiante. Deseaba tenerle junto a mí en ese balcón, que es como decir “un pedazo de jamaica”, embrujarle de abejones milenarios; quería enseñarle el microcosmos de humus, que es como tener la perspectiva de un dios antiquísimo, ver pasar la vida del ser humano como la de una hormiga empeñada en una industria absurda e inacabable. Darle a beber el oxígeno nuevo de la primerísima lluvia, llevarle al árbol donde se enrosca orgullosa la víbora de mi incertidumbre y mi desvarío; darle a palpar el coral bajo sus pies, la marea zoológica que es lo más parecido a la “eternidad”, engrandecida por los fluidos del amor carnal, pero también de las ingratitudes. Marea nuclear, es también, de huesos y mortandades. Yo quería compartir el ron y la yesca, que es como decir “estoy en jamaica”; sumergirle en el sopor de cítara y curri. Sepultar el lenguaje y la filosofía, hablarnos como animales, posar libre de la máscara; habitar bajo el almendro y su orgiástica sombra, jugar un rato a ser pájaro, mientras nuestra conciencia, allá en el averno, se ocupa de nuestras huecas realidades.
Foto: MR, Agosto 2011. Locación: Monteverde
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