Artista: PM. Ed. Saprissa, San Pedro. Créditos fotografía: MR (copyleft)
Tanto hijueputa en la calle, y tanto rayo que se desperdicia.
Del saber popular
La vida es un edificio construido con los escombros de nuestros sueños, la muerte no es más que el derrumbe de ese edificio, el despertar del sueño, el escombro al escombro, la vida hecha ruina, el polvo al polvo, decía el dios alfarero que ya en aquellos primigenios días hacía alarde de una tal lógica del reciclaje de la energía y la existencia, la transformación circular de la materia, un volver al punto de inicio sempiternamente, lo absurdísimo de la vida. El polvo al polvo, sin embargo, condición reservada a unos pocos, pues, habrá quienes deban ser pasados primero por el fuego, y así será apropiado, diremos “más exacto”, afirmar del polvo a la pira, del fuego a la ceniza, entiéndase: morir como un perro calcinado. O del polvo al agua, del agua a un playón de un río hediondo a mierda, o sea, del polvo al cieno, una muerte de limo apestoso. En resumen: del polvo a la mierda, eso te espera, malandrajo suburbial.
